La noche electoral se preveía larga y el candidato socialista a la presidencia de la Junta, Guillermo Fernández Vara, quiso rodearse de sus mejores apoyos para sobrellevarla. Llegó alrededor de las nueve y cuarto de la noche a la sede regional del PSOE, ubicada en la calle Eugenio Hermoso de Mérida, y lo hizo acompañado de su mujer, su hija y su yerno.

Todavía no se conocían los resultados del escrutinio, pero se mostró muy tranquilo y amable: saludó a trabajadores, periodistas y compañeros y se distrajo hablando de fútbol: el Barcelona, su equipo, peridó el sábado la Copa del Rey y el Extremadura empató ayer a cero frente al Lugo, pero consiguió el punto que necesitaba y por segundo año volverá a militar en segunda división.

A medida que se fueron conociendo los resultados, la temperatura fue subiendo y la sede se fue llenando de militantes, pues ya desde primera hora los datos empezaron adelantando la triple victoria para los socialistas. Primero la mayoría absoluta de Don Benito, después la de Mérida y así hasta los 34 escaños que devolvían al partido la mayoría absoluta en la Asamblea.

El eurodiputado electo Ignacio Sánchez Amor, el diputado del Congreso Valentín García, históricos socialistas como Luciano Fernández o los miembros del Consejo de Gobierno fueron algunos de los que se acercaron a la calle Eugenio Hermoso a celebrar la victoria socialista. También el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, que fue recibido entre aplausos ya con el escrutinio municipal cerrado. El candidato de la capital autonómica fue otro de los triunfadores de una noche redonda, pues no solo retiene la alcaldía sino que además logra la mayoría absoluta.

Y finalmente, pasada la una de la noche y ya con el escrutinio casi finalizado, Guillermo Fernández Vara comparecía en rueda de prensa. Aplausos y banderas ondeaban en Eugenio Hermoso para romper la alegría contenida que había presidido buena parte de la noche y celebrar finalmente la esperada victoria que desde primera hora se vislumbraba.