Cuando el líder del PP extremeño, José Antonio Monago, se centró, ganó. Ahora la orden es que vuelva a virar para recuperar a los votantes que se han marchado. El giro ideológico llega impuesto desde la madrileña sede de Génova: los resultados del 28-A han sido un batacazo para los populares, que se han convertido en las grandes víctimas de la división de la derecha. El jefe Pablo Casado cambió su discurso -y los demás le siguieron- por la influencia de Vox y le salió mal la jugada. Después de la derrota en las generales ya define a la formación como «extrema derecha» y ha marcado unas nuevas pautas. Sale a las autonómicas y las municipales con un nuevo lema: «Centrados en tu futuro». Es prácticamente el mismo que el que usaron en 2011, aquel «Centrados en ti», con el que Monago logró convertirse en el primer presidente del PP de Extremadura.

Lo cierto es que durante aquella campaña el líder regional protagonizó una carrera electoral en la que puso todo el empeño en transmitir una imagen de persona campechana y cercana, ese típico discurso de «hecho a sí mismo» para conectar con el voto obrero. Lo consiguió.

Posteriormente, durante su mandato, se ganó el apodo de barón rojo en toda España precisamente por desmarcarse del partido a nivel nacional haciéndole guiños a los derechos sociales. Por ejemplo: Extremadura no eliminó de su cartera de servicios sanitarios públicos la fecundación in vitro para las parejas lesbianas ni para las mujeres solteras; una supresión que sí hizo el PP a nivel nacional.

Otro ejemplo: durante su legislatura se aprobó la ley LGTBI, una normativa pionera en el país muy aplaudida por el colectivo.

Esconder la marca

En las siguientes elecciones de 2015 hubo un cambio de jugada. El PP no estaba en su mejor momento a nivel nacional y en Extremadura decidieron esconder la marca y centrar la campaña en el «Presidente Monago». Incluso crearon un himno propio, Ni un paso atrás, para que no sonara el tradicional en los mítines y se evidenciara así la diferencia. Pero al final perdieron las elecciones.

Ahora el candidato popular debe recuperar un espacio ideológico que conoce bien para que vuelvan esos electores que le dieron una victoria histórica. Esta vez defiende el lema: «Nos une Extremadura».