Estoy convencida de que otra ciudad es posible, solo es cuestión de voluntad política. Somos la gente corriente la que tenemos que empoderarnos y llegar a las instituciones, que se escuche nuestra voz, porque solo así podemos favorecer los intereses de la mayoría y no solo de unos pocos. Aunque sea yo quien dé la cara, tengo un equipo de compañeros y compañeras, no solo los que integran la candidatura, que son quienes me sostienen. Queremos una ciudad más sostenible, culta, feminista y justa, equilibrada y con más y mejor empleo.