De González a Sánchez. La última vez que un político saltó a la arena de la plaza de toros de Mérida para comparecer ante los extremeños fue en octubre de 1982. Por aquel entonces, el socialista Felipe González saltaba al ruedo del coso de San Albín como cabeza de cartel y, días más tarde, ganaba las generales con mayoría absoluta. Pues bien, 37 años después de este mitin histórico, Pedro Sánchez volvió a pisar ayer el albero emeritense para sacar músculo de cara a las elecciones municipales, regionales y europeas del próximo 26 de mayo, aunque tiene claro que «la ola de ilusión va a ser más grande aún» que la de las generales, cuando se evidenció «el futuro de avance que representa el PSOE».

Una gran fiesta del socialismo es lo que se vivió ayer en la capital extremeña, en el interior de un coso abarrotado por unos 8.000 afiliados y simpatizantes, muchos de ellos llegados desde diferentes puntos de la región gracias a los 80 autobuses fletados. A las doce del mediodía, con el aforo ya nutrido de asistentes, la música en directo de un grupo de Almendralejo ponía a tono a los socialistas al ritmo de temas como Sufre mamón o La chica de ayer. Grandes clásicos para amenizar la espera, a los que se sumaron los bailes coreografiados desde el escenario para seguir manteniendo arriba al público.

Tres cuartos de hora más tarde, el coso se venía abajo con la entrada triunfal de Sánchez, cual estrella del rock, que hizo el paseillo hasta su silla mientras sonaba Voy a pasármelo bien, de Hombres G. Un mar de banderas rojas del PSOE, y azules de la Unión Europea, ondeaban con fuerza desde los tendidos y el ruedo. Movilización por todo lo alto de los socialistas extremeños, a una semana de la cita con las urnas.

A gritos de ‘presidente, presidente’, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se subió al escenario cuando el sol empezaba a ser sofocante en la capital extremeña. «Hace mucho calor y a vosotros os dan sombreros, pero a Guillermo y a mí...», bromeaba el presidente del Gobierno en funciones. En su intervención, el líder socialista defendió que el PSOE es el partido que puede parar a «las tres derechas», cuyo «único proyecto es sumar para gobernar y restar derechos y libertades». Sánchez manifestó que después del 28 de abril «todos respiramos aliviados», ya que la victoría del PSOE garantizaba «cuatro años más de avance» y, sobre todo, se sacaba una «tarjeta roja a la desigualdad, a la corrupción y la confrontación que generan las derechas y sus tres siglas».

De cara al próximo domingo, Sánchez recordó que las urnas están «vacías», por lo que convocó a los «indecisos», y animó a las mujeres en particular, para que den su voto al PSOE en estos comicios. En este sentido, el socialista instó a votar «con la misma participación, convicción y orientación» que en las generales, con el fin de que «Extremadura y todos y cada uno de los municipios de nuestro país avancen y no retrocedan». Para un socialista, esto significa que «avanzar en justicia social, en convivencia y en limpieza y regeneración democrática, extirpando la corrupción de las instituciones públicas» que, a su juicio, en los últimos siete años «han sido carcomidas por la falta de ejemplaridad del PP».

De medidas para Extremadura se habló poco, Sánchez tan solo dijo que los extremeños tendrán en la próxima legislatura «lo que merecen», es decir, «unas infraestructuras y un tren digno», pero poco más añadió. La intervención de Sánchez estuvo centrada en alabar los valores y logros obtenidos por el Partido Socialista frente a los de la derecha. En esta línea, el líder socialista lamentó que mientras el PSOE habla durante la campaña electoral de vivienda, servicios sociales, sanidad y empleo, en la derecha «están en una partida de parchís, a ver si los naranjas se comen a los azules, y a los azules no le sobrepasan los verdes».

El recuerdo al exdirigente socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, recientemente fallecido, estuvo presente en una de las pancartas que portaron los asistentes y en las palabras de Sánchez, que se refirió a este como ejemplo de lo que ha representado el PSOE a lo largo de sus 140 años de historia, en su «contribución» a España.

El presidente de la Junta y candidato del PSOE a la reelección, Guillermo Fernández Vara, dijo que el mejor reconocimiento para Rubalcaba sería volver a ganar las elecciones. Vara se mostró emocionado y «orgulloso» ante la respuesta masiva de los socialistas: «Esto de hoy lo he soñado muchas veces». En su turno de palabra, en la que tampoco faltaron los gritos de ‘presidente, presidente’, el dirigente socialista pidió el voto para gobernar con mayoría absoluta, no con la «suficiente» para gobernar, porque esto le parece un «eufemismo».

grandes desafíos // Vara agradeció a Sánchez que haya logrado «unir» al partido, pero le advirtió que ahora le queda una labor «mucho más compleja», que es la de «unir España». El líder de los socialistas extremeños afirmó que el empleo es la «clara prioridad» para la próxima legislatura, porque pese a que esta se ha cerrado con 50.000 parados menos y 45.000 ocupados más, todavía «hay mucho empleo precario». También enfatizó que el derecho a la vivienda tiene que ser «piedra filosofal», en el proyecto a largo plazo, y destacó los «dos grandes desafíos»: el cambio climático y la despoblación.

Crítica contundente la que se llevó Vox por parte de Vara, quien animó a las mujeres a pararle los pies a los integrantes de un partido que les dice que «tienen derecho a pintarse los labios del color que quieran», pero «no pueden decidir sobre su maternidad». A su juicio, el problema «no es que lo digan, sino que lo piensan porque siguen creyendo estos machos de mierda que son vuestros dueños».

El acto tambien contó con la presencia de la candidata socialista al Parlamento Europeo, Leonor Martínez-Pereda, para quien el PSOE es «la única opción que puede parar al trío calavera», por lo que ánimo a la «movilización». Por su parte, el alcalde de Mérida y candidato a la reelección, Antonio Rodríguez Osuna, señaló que el PSOE es el «único partido que entiende los problemas de la gente para darle soluciones». En su intervención, Osuna instó a votar el domingo para que las urnas «se llenen de puños y rosas».