El entorno adverso del 2002 ha pasado factura a las cinco entidades extremeñas, que han visto cómo la caída de tipos de interés, la desaceleración económica y la crisis bursátil han deteriorado sus márgenes de negocio. El beneficio neto conjunto de Caja Extremadura, Caja Badajoz, Banca Pueyo y las Cajas Rurales de Extremadura y Almendralejo ascendió a 55,2 millones de euros, un 4% más que en el 2001. Esta última entidad financiera cumple su centenario, es la caja rural más antigua de España.