DOCTOR INGENIERO INDUSTRIAL, INTERVENTOR DEL COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS INDUSTRIALES DE EXTREMADURA, VOCAL DE LA ASOCIACION PARA LA PROMOCION DE LA CALIDAD EN EXTREMADURA (APCE)
En un avión de vuelta de París, me tocó de compañero de asiento un parlanchín consultor italo-argentino. Pegó hebra y, cuando me sonsacó que regresaba de la Renault, me espetó que los empresarios españoles no eran valientes, ya que en todos los otros países del mundo día a día se creaban y quebraban, más empresas que en España. De nuestra familia podemos decir lo que queramos, pero que los de fuera ni nos la mienten. Le respondí airado que quizá en los otros países del mundo fuera más fácil levantar cabeza después de quebrar. Sin embargo, algo de razón tenía. ¡Duro oficio el de empresario! Sobre él gravita fundamentalmente el éxito o el fracaso de la empresa.
