TNtacido en Cáceres en 1970, Antonio Sáez Delgado es profesor de Literatura en la Universidad de Evora (Portugal), donde lleva veinte años, y autor de los poemarios Miradores (1997), Ruinas (2001), y Yo menos yo (2012). Traductor de los grandes escritores portugueses Lobo Antunes o Pessoa, ha publicado también antologías de poetas españoles en portugués: Um minuto, um século y 20 poetas espanhóis do século XX . Su obra ensayística incluye los títulos: Orficos y Ultraístas. Portugal y España en el diálogo de las primeras vanguardias literarias (2000), Adriano del Valle y Fernando Pessoa (apuntes de una amistad) , (2002), Corredores de fondo (2003), y Nuevos espíritus contemporáneos (2012).

--¿Cómo se define Antonio Sáez Delgado?

--Como alguien normal, con las mismas preocupaciones y pasiones que tenemos todos. Profesor, escritor, traductor. Dos hijos estupendos. Enamorado de mi mujer. Del Atlético de Madrid.

--¿Cuál es la situación actual de las letras extremeñas?

--Supongo que es "normal", es decir, saludable. Hay bastantes escritores reconocidos y reconocibles en cualquier género. Tal vez eche de menos más gente joven que se dé a conocer.

--¿Qué ha aportado la Asociación de Escritores Extremeños a las letras de la región?

--Creo que bastante, la verdad. Sería imposible escribir algo así como una historia de la literatura reciente en Extremadura, desde un punto de vista sociológico, sin hablar del papel desempeñado por las Aulas Literarias y por los Talleres Literarios desarrollados por la AEEX, en colaboración con otras asociaciones e instituciones.

--¿La situación política extremeña de hoy ha supuesto algún cambio en el ritmo de la cultura?

--La situación extremeña y la no extremeña, me temo. Pero esos cambios son estructurales, y también han afectado y afectan a otras áreas. Fernando Pessoa escribió que "la política es la menos estética de las diversiones inútiles", y según qué días, realmente, al leer los periódicos, hay que contenerse para no pensar lo mismo.

--¿El escritor debe estar al margen de la política o la escritura puede ser un arma de compromiso político?

--El escritor puede hacer lo que quiera con su vida y, por tanto, con su escritura. Yo, de todos modos, ante esa vieja proclama de que la cultura necesita a la política para subsistir, prefiero verlo al contrario y pensar que es la política, cuando lo de verdad y en un sentido alto y noble, la que necesita a la cultura para hacerlo.

--¿Por qué desconocemos tanto a la cercana Portugal?

--Unamuno diría que por la prepotencia de los españoles y por la suspicacia de los portugueses. Creo, de todos modos, que esta situación está cambiando mucho. Cada vez se conoce mejor al vecino ibérico. El caballo de batalla siguen siendo los medios de comunicación: los portugueses ofrecen con mucha frecuencia noticias sobre España, pero en España es difícil encontrar información sobre Portugal. Pero este es un mal endémico de España y los españoles, pensar que, tantas veces, más allá de sus fronteras se acaba el mundo.

--¿Qué nos une y nos separa de la vanguardia portuguesa en las letras actuales?

--Las literaturas española y portuguesa han vivido, durante todo el siglo XX y en la actualidad, momentos bastante equiparables, casi paralelos en muchas ocasiones. En Portugal falta, de todos modos, una "invasión" de la literatura brasileña, como la que ha venido sucediendo en España en las últimas décadas en relación a las letras hispanoamericanas. Ese diálogo de lo portugués y lo brasileño aún no ha dado, me parece, sus mejores frutos.

--¿Qué destacarías especialmente de la obra de Lobo Antunes?

--António Lobo Antunes es uno de "los grandes" de todos los tiempos, en mi opinión. Uno de esos escritores que dejará una marca indeleble en la historia de la literatura. Un novelista extraordinario, al que me honra traducir, que tiene un lenguaje propio y enteramente personal, aunque también extremadamente exigente para el lector. Nadie escribe como Lobo Antunes.

--¿Yo menos yo responde a un estudio sobre la función de la memoria?

--Responde a una indagación sobre la memoria, yo no diría a un estudio, realizada un tanto a oscuras y sin certezas. La memoria es cíclica, circular, no está anclada en el pasado. Nos acompaña siempre, condiciona nuestro presente y, al cabo, construye también nuestro futuro. Por eso es importante sentirnos en paz con ella, eso tan difícil.

--¿Qué supone Internet para la creación literaria?

--Para la creación literaria y para la formación educativa y cultural en general, supone una herramienta muy eficaz en términos de velocidad y visibilidad. Pero también una trampa mortal que nos acecha a cada esquina. Puede que en la net esté todo el saber humano, todo aquel que se transmite de generación en generación, de padres a hijos y de profesores a alumnos. El problema es que está completamente desordenado. Y ahí volvemos a necesitar a padres y formadores.

--Una anécdota divertida.

--Hace unos años compartí mesa en la cena de un premio literario, en una ciudad de la región, con un par de concejales y sus esposas. A mi derecha se sentaba una de ellas, muy simpática por cierto. Al preguntarme qué escribía, yo, tímido por naturaleza, le dije que había escrito poesía, ensayos, crítica, traducciones... "De todo menos novela", concluí. Entonces ella, comprensiva y caritativa al mismo tiempo, en un gesto encantador, me puso una mano en el hombro y me susurró al oído: "No desesperes, seguro que algún día consigues escribir una novela".

--Un recuerdo de la facultad.

--Recuerdo muchas clases en concreto, con bastantes profesores. Pero, tanto tiempo después, y un poco saciado a veces de tantas clases y tanto "tiempo universitario", lo que recuerdo con más intensidad son las partidas de futbolín que nos echábamos Javier Rodríguez Marcos y yo casi cada día, al salir de clase, en el Bar Epi (íbamos andando a la facultad).

--Un reto como escritor.

--Que todo lo que escribo (poesía, ensayo, diarios, traducciones...) responda a un principio de coherencia y rigor.

--Una reflexión ante la vida.

--Hay una frase de Ricardo Reis (¡qué bien nos vienen siempre las citas!) que intento aplicarme cada día: "Pon lo máximo de ti mismo en lo mínimo que hagas".

--Un lugar de Evora donde sentirse en paz.

--Supongo que uno solo puede sentirse en paz en ese lugar inhóspito que es dentro de uno mismo. Puedo decir mi lugar favorito de Evora: la calle que forma el acueducto al entrar en la ciudad, muralla adentro, con casas de arquitectura popular inseridas entre los arcos del acueducto.

--Un libro de cabecera.

--Difícil. Tal vez el Libro del desasosiego de Pessoa.

--¿Cómo te gustaría que te recordaran?

--Ojalá como alguien que no hizo mal, que tuvo unos cuantos amigos y fue amado.