Nacido en Ceclavín en 1968, Julián Rodríguez es director literario de la editorial Periférica y director artístico de la galería Casa sin fin (Madrid-Cáceres). En 2001 apareció su primera novela, Lo improbable (Debate); en 2002, un volumen con tres novelas cortas, La sombra y la penumbra (Debate); y en 2006, su segunda novela, Ninguna necesidad (Mondadori), elegida por los críticos del diario El País como uno de los diez mejores libros de narrativa en español del año y Premio Ojo Crítico de RNE. En 2004 abrió un ciclo de "no ficción", entre autobiográfico y ensayístico, llamado "Piezas de resistencia" con su libro Unas vacaciones baratas en la miseria de los demás (Nuevo Talento FNAC; 2 edición en Debolsillo, 2008), al que siguió una segunda entrega: Cultivos (Mondadori, 2008). En 2010 recuperó en el volumen Antecedentes (Mondadori) sus primeros textos en prosa y verso.

--¿Cómo se define Julián Rodríguez?

--Crítico, es decir, pesimista por un lado; pero optimista "para la acción" por otro, siguiendo el dicho de Gramsci. Y con deseos de aprender siempre.

--¿Lo improbable es que avancemos hacia una sociedad más igualitaria?

Ya he dicho antes que soy optimista: la sociedad actual, digan lo que digan los apocalípticos, es mucho más igualitaria que la de hace un siglo. Eso no quiere decir que no necesitemos quitarnos de encima el lastre de todas las políticas ultracapitalistas que nos atenazan.

--¿Es necesaria una literatura más comprometida socialmente o no vale la pena?

--Todas las obras, aunque nieguen ser ideológicas, incluso aquellas que dicen que tan sólo "quieren entretener", lo son. De una u otra manera son ideología: quien crea lo contrario, se equivoca. Quien dice que es apolítico ya sabemos qué quiere decir...

--¿La crisis ha llevado a muchos a vivir Unas vacaciones baratas en la miseria de los demás?

--Por ir a lo concreto y aprovechar la oportunidad: no entiendo que la ciudadanía haya tenido que subvencionar a los bancos que, precisamente, la han sometido y arruinado, y ahora imposibilitan en parte la vida de muchos. La clase política de este país no ha estado a la altura- Frente a una parte de esa clase política recuerdo aquello de "Nos quieren en soledad, nos tendrán en común". Creo en la idea de comunidad por encima de todo.

--¿Cáceres ha pasado del iceberg de la movida al último de la fila del panorama nacional?

--No soy nada nostálgico, y menos de los días de "juventud"... Creo que hay quien echa de menos su juventud y se equivoca al enjuiciar el pasado, recordándolo más brillante de lo que en realidad fue. Cáceres nunca ha pertenecido a la punta visible del iceberg cultural, pese a quien pese. Salvo, como el resto de Extremadura, en lo que se refiere a la poesía: puede decirse que la poesía hecha en Extremadura ha sido equiparable a la del resto del país desde hace mucho. Y me gusta, precisamente, que sea un arte "pobre" en lo material quien "represente" a Extremadura, me gusta esa humildad.

--¿Cuál es la situación actual de las letras extremeñas?

--Para bien y para mal, la misma que cuando había una política cultural más cabal. Eso en cuanto a "textos" me refiero. En realidad, toda crisis genera un espacio interesante para el arte, al contrario de lo que suele decirse, y aloja una luz singular y necesaria sobre la realidad que al final es fértil... Pero una cosa son los creadores (que, ojo, también necesitan "formación continua") y otra eso que llamamos "público": éste necesita inversiones en las bibliotecas, conferencias de calidad, cursos, seminarios, talleres, etc., etc. Y esto es lo que se nos niega a todos ahora.

--¿Qué ha supuesto el universo de Internet para la literatura extremeña?

--Imagino que lo mismo que para la panameña, la ucraniana y la del Tibet, por hacer un chiste fácil. Pero creo que la literatura es "previa" a Internet, es decir, no necesita de la Red para "existir". Es más, le vendría bien a veces un poco menos de ruido de ese tipo. A la de aquí y a la del resto del mundo.

--Un recuerdo de la infancia:

--El de sembrar patatas con mi abuelo Claudio en nuestro pueblo de Las Hurdes, poco más que una aldea. Es un sueño-recuerdo recurrente. O correr para llevarle a mi abuela el poleo que necesitaba en la cocina.

--Un rincón de Ceclavín en tu memoria:

--Una pequeña viña de mi padre, El Almendrito. Vides, higueras, olivos, almendros, una casita, poco más que un refugio con una chimenea, donde dormían (sobre aperos y mantas) mi abuelo Mónico y mi padre y alguno de mis tíos de adolescentes, cuando laboraban en aquella viña, a unos poco kilómetros del pueblo...

--Un viaje inolvidable

--Fue en barco... becado. Tenía diecisiete años. A las Bahamas, a República Dominicana, a Cuba... Un mes en un transatlántico. Un viaje como de otro época... Y aprendí mucho.

--Un secreto inconfesado

--Es confesable: que se declare en España la Tercera República.

--Un sueño como escritor

--Si te refieres a mis libros, no puedo quejarme: siempre fueron bien acogidos y tuve buenos editores. A pesar de que tengo muchos defectos, la vanidad no es uno de ellos... Tengo más sueños como lector que como escritor. Y por centrarme en Extremadura: tengo ganas de leer los nuevos poemas de uno de mis escritores extremeños favoritos, Serafín Portillo. Y también de leer el primer libro escrito por un hijo de inmigrantes, digamos el Hanif Kureishi español.

--Una canción

--Por hablar de algo reciente: la versión que han hecho en la Fundación Robo (Nacho Vegas y Roberto Herreros a la voz) del "This Land is Your Land" de Woody Guthrie.

--Un libro

--Por muchas razones, El primer hombre , de Albert Camus. Pero también mis últimas lecturas: unos poemas de Rafael Cadenas, un ensayito de Chantal Maillard, un fotolibro de Roger Schall sobre la Ocupación de París por los nazis.