La Audiencia Nacional condenó ayer a 111 años de prisión al etarra Manex Zubiaga Bravo por la explosión de un automóvil cargado de explosivos en un aparcamiento de la plaza de Colón de Madrid el 12 de octubre de 2001 que causó heridas a una veintena de personas.

El fiscal había solicitado 112 años, por un delito de estragos terroristas, tres atentados con resultados de lesiones, cinco de lesiones y nueve faltas de lesiones.