El mauritano Omar Uld Sid´Ahmed Uld Hame, más conocido como Omar Saharaui, tendrá que purgar 12 años de cárcel por colaborar en el secuestro de los cooperantes españoles Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez el pasado 29 de noviembre. Vilalta y Pascual están en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) desde hace casi ocho meses, y Gámez fue liberada el 10 de marzo. La defensa se mostró ayer dispuesta a recurrir porque considera fundamental que esta última testifique.

Fuentes policiales mauritanas aseguran que, aunque Saharaui no pertenece a la organización de Osama bin Laden, "ayudó a huir a los terroristas desde el norte del país hasta Malí". Por ello recibió más de 15.000 euros. "No es una figura principal en el secuestro, no es el cabecilla, pero trabajó para los terroristas", detallaron.

La Sala Penal del Tribunal de Nuakchot condenó a un cómplice, Bujari Uld Mahmud Uld Isaui, a un año de cárcel exento de cumplimiento por "mantener relaciones comerciales con Saharaui". "No conocía las intenciones de su amigo", argumentaron fuentes jurídicas. Cuatro procesados más fueron absueltos por falta de pruebas.

Según Isselmu Ould Moustapha, especialista mauritano en terrorismo y director del semanario Tahail Hebdo, "las absoluciones eran de esperar porque algunas detenciones fueron arbitrarias". De hecho, ayer mismo, la fiscalía cambió su petición y en vez de exigir cadena perpetua para cuatro de los imputados, entre ellos Saharaui, reclamó entre cinco y 20 años con trabajo forzoso temporal. "Los rehenes ya no están en sus manos", se justificó el fiscal.