JESUS MARIA Etxeberría y Angel Aranburu fueron juzgados por colocar un coche bomba en un aparcamiento en Santander, en diciembre del 2002, que no causó daños personales pero sí materiales. Además de la pena de cárcel, deberán pagar las indemnizaciones por los 86 coches dañados en el atentado y por los cuantiosos destrozos causados en el párking.