El plan de integración de los inmigrantes no reconocerá el derecho a votar a los ciudadanos extracomunitarios que han obtenido permiso de residencia y trabajo, según fuentes del Gobierno. Aunque trabajen y tributen en España, estos inmigrantes regularizados --unos 2,6 millones-- continuarán sin poder votar ni siquiera en las elecciones municipales, derecho que sí asiste a los 760.000 europeos afincados actualmente en España. Según el CIS, el 60,8% de los españoles opina que deberían poder hacerlo.