La Audiencia Nacional condenó ayer a 33 años de cárcel al exedil de Herri Batasuna (HB) Ibon Muñoa como cómplice del secuestro y asesinato del concejal del PP Miguel Angel Blanco, perpetrado en 1997. Los jueces justifican la pena porque consideran que ese hecho fue de una "extrema gravedad" y tuvo una "enorme trascendencia para una sociedad civilizada y los derechos humanos a ella inherentes", ya que "encierra el uso de la violencia corporal" para eliminar al adversario político.

En la sentencia se declara probado que Muñoa escondió en su casa a los autores de esa acción, Irantzu Gallastegi y Francisco Javier García Gaztelu --detenidos en Francia-- y a José Luis Geresta, ya fallecido. Y que desde el 10 de julio sabía que ese comando tenía como objetivo inmediato a un edil del PP. Muñoa, según los jueces, era consciente de que esa actuación implicaba no sólo el secuestro del edil sino también un desenlace mortal.

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A pesar de ello, el exconcejal de HB siguió ayudando a los miembros del comando e incluso les facilitó su coche y puso a su disposición una casa de su padre en Zarautz para que escondieran a Blanco, aunque los terroristas descartaron usar esa vivienda.

Además, el tribunal ha tenido en cuenta que Muñoa trabajaba en unos talleres que distaban 150 metros de la oficina donde trabajaba Blanco. Y que el 10 de julio vio a Geresta merodeando por los alrededores de la oficina del concejal popular, aunque ese día el secuestro no se consumó, según le explicaron los etarras. Ese día Blanco fue a trabajar en coche y no en el tren.

Los jueces también sostienen que Muñoa no hizo nada después de enterarse, el 10 de julio, del secuestro del concejal popular y de la exigencia de ETA de matarle si en 48 horas el Gobierno no trasladaba a los presos de ETA a las cárceles del País Vasco. El exedil de HB --dice la sentencia-- no encontró ese día en su casa a los terroristas, "lo que confirmaba que ellos habían llevado a cabo la privación de libertad del concejal". El tribunal sostiene que Muñoa contribuyó a que el comando pudiera desarrollar su acción.