La promesa de devolución de 400 euros a todos los contribuyentes del IRPF, anunciada por José Luis Rodríguez Zapatero como una de sus propuestas estrella para las elecciones del 9-M, ha irritado a los dos sindicatos mayoritarios y descolocado a parte de la militancia del PSOE. También ha concitado las críticas de los trabajadores autónomos y del resto de las formaciones políticas. Las recriminaciones se centran fundamentalmente en la falta de progresividad de la iniciativa y en su "oportunismo".

En las filas socialistas sigue la sorpresa por la forma en que se sacó adelante la iniciativa: el presidente del Gobierno y líder del PSOE la anunció el domingo, al cierre de la conferencia en la que el PSOE acababa de aprobar el programa, sin haber sido sometida a debate ni a votación. "No fue un buen ejemplo de democracia interna", sostiene un participante de la conferencia.

RESERVA Fuentes oficiales del partido explican que Zapatero eludió someter la medida a debate porque quería reservarse el anuncio para el discurso de clausura. Sin embargo, recalcan las mismas fuentes, la conferencia política votó el marco en el que se inscribe la propuesta, ya que el programa contiene el siguiente compromiso: "Utilizaremos el margen disponible para proseguir con la política de reducción del IRPF, especialmente centrada en las personas que trabajan y los pensionistas".

Desde los sindicatos, las críticas son más abiertas. El secretario de acción sindical de UGT, Toni Ferrer, sostuvo que la propuesta carece de progresividad, en el sentido de que la devolución de 400 euros a los contribuyentes "no favorece a las rentas más bajas". Más contundente, el máximo dirigente de esa central sindical en Madrid, José Ricardo Martínez, exigió la modificación de la medida para apoyarla.

Desde CCOO, el responsable del gabinete económico, Miguel Angel García, tachó la iniciativa de "imprudente" y "oportunista" y expresó su preocupación por el proceso de "subasta" que han emprendido, a su juicio, los dos principales partidos con sus ofertas electorales. En declaraciones a Servimedia, García afirmó que propuestas como la de Zapatero "casi rozan la falta de respeto" hacia los ciudadanos, porque "les prometen mejoras en lo público y, al mismo tiempo, bajadas de impuestos". Por su parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) criticó al presidente del Gobierno por "olvidar" y "discriminar" a los más de tres millones de autónomos.

El Gobierno y el PSOE se movilizaron para salir al paso de las críticas. La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, alegó que la medida "no puede ser más progresiva" porque la deducción se hará, dijo, sobre la cuota y no sobre la base impositiva. Sostuvo además que la propuesta se ha anunciado "en tiempo y forma", negando así que se trate de un paquete de medidas que debieran aplicarse de inmediato, pero que se habrían introducido en el programa con el fin de no reconocer antes del 9-M la existencia de problemas en la economía.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, destacó que la devolución de 400 euros permitirá absorber el aumento de las hipotecas este año. Según sus datos, la hipoteca media es de 150.00 euros y el aumento medio en el 2007 ha sido de 480 euros.