Marruecos informó hace dos semanas a una delegación judicial española encabezada por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de que su policía no tiene pistas de unos 400 integristas de los 600 que fueron entrenados en Afganistán, Chechenia y Bosnia en los últimos años, según informó ayer el diario El País.

La policía y los jueces españoles coinciden en que la principal amenaza del terrorismo integrista en España procede de Marruecos. De hecho, 40 de los 61 presuntos autores o colaboradores de la matanza del 11-M son naturales de Tánger y Tetuán.