El plan de reforma del eje Prado-Recoletos abarca 160 hectáreas y cinco kilómetros de longitud en pleno centro de la capital, desde la plaza de Colón, al norte, hasta Atocha, en el sur. El arquitecto portugués Alvaro Siza ganó con este proyecto en el 2003 el concurso público para dirigir las obras, que no empezarán a ejecutarse hasta la próxima legislatura.

Aunque el proyecto fue aprobado por unanimidad en el ayuntamiento, los grupos municipales del PSOE e Izquierda Unida presentaron buena parte de las 1.400 alegaciones en el periodo de información pública.

Las quejas más sonoras son las que ha provocado la tala de 539 árboles, situados en el paseo del Prado, como consecuencia de la concentración de todo el tráfico rodado en el lado opuesto al Museo del Prado para dejar delante de la pinacoteca una gran zona peatonal. El Ayuntamiento de Madrid recuerda que se trata del 10% de la masa forestal que adorna esa zona, y asegura que la mayoría de los árboles afectados "no van a ser talados, sino trasplantados en la misma zona del proyecto".