Una confusión generada por la diferencia de husos horarios estuvo a punto de dar al traste con dos años de investigaciones. La policía española y la tailandesa habían acordado iniciar la redada en Barcelona y Bangkok de forma simultánea. Pero los agentes asiáticos se equivocaron y tiraron las puertas abajo antes de lo previsto, en concreto a las 10 de la mañana hora española. Así uno de los detenidos en el barrio barcelonés del Raval fue informado poco después de la redada en Bangkok y salió huyendo para sorpresa de los agentes que vigilaban la vivienda, que le detuvieron en la calle a las 12 del mediodía. Eso obligó a precipitar un impresionante dispositivo policial en el casco antiguo barcelonés y en Badalona hasta la madrugada.

El operativo, llevado a cabo por el Cuerpo Nacional de Policía, permitió el arresto de los siete miembros --seis paquistanís y un nigeriano-- de una estructura criminal dedicada a proporcionar pasaportes a la maquinaria de falsificación de Al Qaeda y de los terroristas paquistanís.

Los detenidos en Cataluña se dedicaban a comprar pasaportes que previamente habían sido robados a turistas que visitaban Barcelona, la mayoría de ellos en La Rambla, según han informado a este diario fuentes de la investigación. En la mayoría de casos, los detenidos compraban esos documentos a los carteristas y descuideros de esa zona.

Una vez en su poder, enviaban los documentos al jefe de la célula, identificado como Mathar Muhammad Butt, un paquistaní apodado Tony y que residía en Bangkok. Este, también detenido, falsificaba los pasaportes a la carta según las necesidades de grupos como Lashkar e Toiba (El Ejército de los Puros), responsable de los atentados de Bombay, o Los Tigres para la Liberación de la Tierra Tamil. Con esos documentos, los terroristas pueden moverse y cruzar fronteras de países occidentales sin dificultades. La red en Barcelona tenía contactos por toda Europa, sobre todo en Londres y Bruselas.

En uno de los registros, los agentes encontraron una remesa de nueve pasaportes listos para ser enviados a Tailandia. Los documentos habían sido ocultos entre los pliegues de unas camisas perfectamente dobladas, incluso con alfileres, y empaquetadas. Esos documentos camuflados normalmente se enviaban mediante empresas de mensajería o correo ordinario.

GRANDE-MARLASKA La investigación, coordinada por el titular del juzgado de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, se inició a raíz de una investigación, a finales del 2009, del Cuerpo Nacional de Policía contra un grupo de falsificadores paquistanís. Los agentes encontraron información de una serie de documentos falsificados a los que se siguió el rastro y que aparecen en algunas zonas calientes del terrorismo islamista.