El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, irrumpió ayer en la polémica abierta por la nota electoral del episcopado que se alinea con las posiciones del PP cuestionando el mensaje que transpira. Sin citar el comunicado, Soler aprovechó la homilía pronunciada en la basílica del santuario para recordar que ningún proyecto político "puede pretender tener la exclusividad de representar al Evangelio", que la Iglesia ha de renunciar a tener cualquier "monopolio" y que sus propuestas han de alejarse de las "imposiciones" y la "confrontación". Añade, además, una reflexión que se halla en las antípodas del rechazo al diálogo con ETA: la voluntad de construir juntos una sociedad más justa pide (a los creyentes) "trabajar por la paz con todos los medios éticamente legítimos".

Las palabras del abad marcan distancias con las orientaciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Soler insiste en que vivimos en una sociedad plural, "donde son numerosos los que no comparten la fe" y en la que "se ha de aceptar respetuosamente a quienes no tienen en la Iglesia su hogar espiritual".

No es la primera vez que el abad que lidera la comunidad de Montserrat se muestra crítico con el episcopado español. En el pasado, Soler se ha referido en más de una ocasión a "la imagen de cercanía" al PP que proyectan la mayoría de los obispos de la CEE. De igual modo, ha negado que el Gobierno socialista se haya dedicado a perseguir a la Iglesia, un latiguillo perenne en los discursos de algunos cardenales.

VICTIMA Uno de ellos, el cardenal arzobispo de Toledo y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Cañizares, salió ayer en defensa de la nota electoral advirtiendo desde el púlpito de que la Iglesia "no se callará jamás", aunque haya "poderes de este mundo que quisieran verla reducida a espacios sacramentales". A su juicio, la Iglesia católica recibe "insultos" y descalificaciones a diario, además de ser sometida "a juicios falsos e injustos que descalifican a quienes los hacen".

Tras la lectura del texto de las bienaventuranzas, que fue la lectura evangélica de ayer, Cañizares añadió que las recomendaciones de la Comisión Permanente de la CEE ante la próxima cita electoral no son "imposiciones, sino exhortaciones, en modo alguno partidistas", ni tampoco se trata de "un texto coyuntural, sino que tiene una razón de ser muy profunda y muy en sintonía con sus anteriores enseñanzas".

Más conciliador se mostró el también cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, quien, al ser preguntado por el enfrentamiento entre el Gobierno y el episcopado a cuenta de la nota, declaró que era necesario estar unidos "para buscar el bien, la paz y la concordia entre todos". "Hay buscar siempre el bien y la verdad, servir al pueblo. Que todos contribuyamos al bien de todos", concluyó monseñor Amigo.