El abogado de la acusación Gonzalo Boyé que representa los intereses de un familiar de una víctima del 11-M, pidió ayer al tribunal que elimine de la revisión de los explosivos empleados en la masacre a uno de los ocho peritos por tener un interés directo en la causa. Ese perito, Gabriel Morís, perdió a un hijo en el 11-M. Además, es vicepresidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).

El tribunal ha admitido, a petición del defensor de Jamal Zugam y Basel Ghalyun, revisar las pruebas. En esa prueba participan ocho peritos, dos de la Policía Nacional, dos de la Guardia Civil y otros cuatro propuestos por las acusaciones y las defensas. En un primer informe, los peritos concluyen que el explosivo usado en la masacre estaba compuesto por Dinitrotolueno (DNT), que aparece en la goma-2 Eco.