Los abogados Haizea Ziluaga y Haritz Escudero, detenidos la semana pasada junto a seis miembros de Segi, recopilaban y enviaban a ETA los llamados "primeros datos de urgencia" sobre los militantes de la organización juvenil que eran detenidos para evitar nuevas operaciones judiciales. Así lo asegura el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska en el auto en el que hoy ha dejado en libertad bajo fianza de 18.000 euros a los dos letrados -a los que imputa un delito de colaboración con ETA- y enviado a prisión incondicional a los otros seis detenidos, a los que identifica como dirigentes de segundo nivel de Segi y acusa de integración en banda armada. En la resolución, el magistrado dice que Ziluaga y Escudero no se limitan a ejercer las funciones de abogado, sino que imparten a los miembros de Segi "distintas directrices de actuación", así como las medidas de seguridad que debían adoptar "y caso de ser detenidos información que deben dar para evitar otras acciones judiciales". Así, a Escudero se le ha intervenido una carta que le envió Xabat Morán Ruiz desde la cárcel de Estremera (Madrid) en la que éste explica como se desarrolló su detención, su puesta a disposición judicial y su envío a prisión. La misiva "se ajusta a las consignas impartidas por la banda terrorista ETA", dice el juez, que añade que su contenido constituye "los primeros datos de urgencia" que todos los detenidos de las organizaciones del entramado etarra realizan "siguiendo instrucciones de la banda terrorista". Esos documentos, agrega el auto, también se utilizan para confeccionar los manuales titulados "Cómo hacer frente a la detención". En el caso de Ziluaga, "el contenido de estos manuales son seguidos por ella misma", según el juez, ya que la abogada detenida se ha negado a firmar cualquier tipo de documento y no ha autorizado que se le recojan muestras de ADN. El magistrado sitúa a los otros seis detenidos -Saioa Zubiaur Urraza; Ainhoa Villaverde Barrutiabengoa; Garazi Autor Pueyo, Izaskun Goñi Juárez, Eneko Villegas Amezketa y Oihana López Cestao- en el "segundo nivel" de dirección de la ilegalizada Segi. El auto da cuenta de los efectos intervenidos a cada uno y, en el caso de la joven Garazi Autor, destaca una carta que envió en 2004 a la dirigente de Segi Amaia Elkano, en la que expresaba su orgullo por cómo ésta "estaba llevando a cabo la lucha por el País Vasco" y le pedía consejo de "cómo llevar, ella misma, esa lucha contra España". Otra de las detenidas, Izaskun Goñi, tenía en su poder un documento en el que se refleja "la estrategia diseñada por Segi denominada 'Maresma sarea' (tela de araña), que tiene como última finalidad reactivar el frente juvenil del entramado etarra" y otros dos que son "una minuciosa planificación de tareas a realizar" en la segunda quincena de este mes y la primera de enero de 2011. Por último, el juez destaca una fotografía de los actos del "Gudari Eguna" de 2006 celebrados en un monte cercano a Oiartzun (Guipúzcoa), intervenida a Ainhoa Villaverde y en la que se ve a tres etarras armados y encapuchados que leyeron un comunicado "reafirmando 'su compromiso de seguir firmemente en la lucha con las armas en la mano'". "La trascendencia de la fotografía radica en la particular perspectiva desde la que está tomada, la cual refleja una ubicación preferencial y privilegiada en la parte central-posterior del escenario (...) y al que sólo hubieran podido acceder aquellas personas con cierto rango o nivel jerárquico dentro de la organización de este", afirma Grande-Marlaska.