La Audiencia Nacional ha absuelto a Antxon Sasiain porque sostiene que, a pesar de que actuó como lanzadera de un comando de ETA que atentó contra la base militar de Araca (Vitoria) en 1997, no "conocía los planes concretos" de los terroristas, y también rechaza que esa actuación sea considerada como una colaboración, ya que fue condenado en Francia por un delito de pertenencia a ETA en el 2003.

En la sentencia, de la que ha sido ponente Fernando Grande-Marlaska, se declara probado que este etarra usó su coche "en funciones de lanzadera". Es decir, "portó un teléfono móvil que le habían entregado los miembros liberados del comando Araba y circulaba por delante con la misión de avisar de la existencia de cualquier control policial u otra incidencia.

Sin embargo, para los jueces "no hay certeza jurídica" de que el acusado "tuviera conocimiento de los efectos explosivos transportados". El atentado causó heridas a tres personas y cuantiosos daños materiales. Por ello, el fiscal solicitó 64 años de prisión.

Sin embargo, los jueces rechazan esa pretensión. La fiscalía anunció ayer que recurrirá la decisión ante el Tribunal Supremo por entender que la interpretación de la Audiencia Nacional "es incorrecta".