Cuando Mariano Rajoy anunció el lunes que en el PP no sobra nadie sino que lo que hace falta es "sumar", ya sabía que Rodrigo Rato volvía a Madrid. Se lo había dicho hace meses y el pasado jueves le llamó para avisarlo de que iba a hacer pública su decisión. Desde que se conoció la vuelta del director del Fondo Monetario Internacional (FMI), las filas conservadoras se han revolucionado. Todos dan por hecho que la proximidad del exvicepresidente económico será una baza para ganar las próximas legislativas. El número dos del PP, Angel Acebes, también celebró la noticia y se mostró seguro de que Rato ayudará "desde donde se le pida".

Pero el jefe de los conservadores no solo defendió la conveniencia de incorporar talentos, también deslizó a su círculo más íntimo que habría alguna "sorpresa" ante la preparación de la campaña que ha encargado a Pío García-Escudero para que le conduzca a la Moncloa. Con ofrecimientos "para lo que él quiera" y confesiones de "admiración profunda", dirigentes del PP de todos los niveles coincidieron en que tenerle cerca es una buena noticia.

"EN LA SANGRE" La única que desmintió la vuelta de Rato a la política e insistió en que se incorporará a la empresa privada fue su secretaria durante los últimos 23 años, Teresa Arellano. Pero se refería a la primera fila, porque no negó que su jefe vaya a colaborar con el PP. "¿Cómo no va a ayudar a su partido? Lo lleva en la sangre", exclamó.

Lo que demuestran casi todos es no saber exactamente qué es lo que desea hacer el propio Rato. A pesar de su insistencia en que deja el FMI para llevar una vida más tranquila cerca de su familia, nadie en el PP parece creer que ese sea el único motivo. Todos coinciden en que una vez estuvo a punto de ser candidato a presidente y que puede volver a querer serlo porque nunca ha dejado de desearlo.

El equipo económico del que se rodeó ya no ocupa los primeros puestos en la dirección del PP pero sí en la empresa privada. Es el caso de tres exministros como Juan Costa, Cristóbal Montoro y Elvira Rodríguez, actualmente presidenta de la Asamblea de Madrid. El que fuera su secretario de Estado de Economía y ahora alcalde del municipio madrileño de Tres Cantos, José Folgado, ya le prepara un gran recibimiento.

A quienes más puede inquietar la vuelta de Rato es a Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón. Más a este, que ya ha manifestado su deseo de ir de número dos. Pero quienes conocen a Rato afirman que "se lleva bien con Rajoy y se profesan lealtad mutua, pero nunca aceptaría ir de segundo".