La activista saharaui, Aminatu Haidar, sorprendió ayer a los medios de comunicación pidiendo a quienes la han acompañado en sus 27 días de huelga que la llevaran a dar un paseo, aunque mostraba signos de estar visiblemente fatigada.

La situación de la activista empeora por días. Tras visitarla durante unos minutos, un médico explicó ayer que notó a la saharaui "muy débil, pero lúcida y animada". Además, a estas alturas de la huelga de hambre la activista padece de fotofobia. Haidar había pasado una "noche de perros" debido a una fuerte tormenta que asoló ayer el archipiélago.