El funeral por las víctimas del 11-M generó un "profundo malestar" entre los representantes de las confesiones evangélica, judía, islámica y adventista, que publicaron una nota en la que lamentaron que la religión católica fuera la única presente en la ceremonia de un Estado laico y que no se tuviera en cuenta, como sí ocurrió en el funeral del 11-S, que había fallecidos de varias confesiones. En la homilía del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, se oyeron perlas como "¿Cuándo y cómo se puede hablar verazmente de amor? Cuando se mira a Cristo clavado en la cruz".