"Donde está, no se ve al hijo puta de Bardem". Este grito llegó alto y claro a los políticos que nada pudieron hacer ante la violencia verbal de los manifestantes. Los "titiriteros", como llamaron a la gente de la cultura, concitaron la ira del algunos por su rechazo a la guerra de Irak. La sede de la cadena SER estuvo protegida por seis furgonetas de la policía. Decenas de personas se reunieron allí al final del acto para gritar frases como "Grupo Prisa, España no se pisa".