El primer ministro británico, Tony Blair, también ha sido denunciado por "crímenes de guerra" ante el Tribunal Penal Internacional. Las alegaciones han sido presentadas por la organización de juristas británicos Legal Action Against War, que considera ilegal la guerra de Irak. La demanda incluye al ministro de Exteriores, Jack Straw, al de Defensa, Geoff Hoon, y al fiscal general, Peter Goldsmith. Este último proporcionó al Gobierno un polémico informe, asegurando que la intervención en Irak no infringía normas internacionales, pese a no haber una segunda resolución de la ONU.