Un sueño hecho realidad. Ghasub al Abrash Ghalyun, Abú Musad se confesó ayer, en la cuarta sesión del juicio contra la red española de Al Qaeda, un enamorado de los Estados Unidos desde que era niño. Por ello, según dijo, grabó en agosto de 1997 casi 12 horas de distintos edificios emblemáticos como las Torres Gemelas. Según dijo, en aquel viaje visitó Nueva York, Chicago, San Francisco, Los Angeles, San Diego y Las Vegas.

Abú Musad se enfrenta a una petición fiscal de 62.509 años de cárcel por pertenencia a banda armada y 2.500 asesinatos (por el 11-S), porque, según el fiscal, esa grabación llegó a la dirección del grupo que lidera Osama bin Laden y fue utilizada para fijar objetivos terroristas.

Ghalyun compareció ante los jueces vestido con un elegante traje. Se presentó como un empresario que había ganado dinero con la compra de solares en Madrid que luego fueron edificados. El fiscal Pedro Rubira centró su interrogatorio en las cintas de vídeo de las Torres Gemelas.

UN SUEÑO El imputado explicó que viajó a EEUU para devolver la visita que le había hecho un amigo que residía en Chicago. "Soñaba con ir desde pequeño. No me imaginaba lo que eran las Torres Gemelas", explicó.

Por ello, filmó todo lo que veía con una cámara que estrenó en ese viaje. En el aeropuerto JKF de Nueva York --en el que esperó en tránsito para volar a Chicago--, grabó la cafetería, el pasillo y las pistas: "El aeropuerto del JFK es el más famoso", razonó. También explicó que grabó imágenes de la torre Sears de Chicago porque es la torre "más singular" de esa ciudad (es la más alta de EEUU). Y que se dijo a sí mismo que estaba "encima de las nubes" cuando subió a la azotea del edificio en un día nublado.

Asimismo, filmó otros lugares como el cartel de Hollywood en los Angeles. "No me estaba creyendo que estaba filmando la palabra que aparece en todas las películas", dijo.

Respecto a las Torres Gemelas, el acusado explicó que las grabó porque eran edificios turísticos. Y lamentó que después se produjera "la desgracia que pasó".

LAS FINANZAS Tras estas explicaciones, el tribunal exhibió 30 minutos de esas 12 horas de grabación. En las imágenes se ve al acusado y aparecen imágenes de edificios singulares de EEUU. También se ve a unos niños pequeños, pasajeros del aeropuerto y otros turistas. En definitiva, escenas que cualquier turista puede tener registradas en su casa.

Ghalyun negó que hubiera entregado esa grabación a Al Qaeda o que hubiera realizado una copia. También rechazó que tuviera contactos con el financiero de esta red, Mohamed Ghaled Kalaje, con el que mantuvo una relación comercial en su negocio. Tras el interrogatorio, su abogado pidió la libertad. Ghalyun, en sus respuestas, sólo puso en aprietos a Imad Eddin Barakat, Abú Dahdah, del que dijo que pedía ayuda para los "necesitados" en Bosnia y Chechenia.

La sala distribuyó ayer el calendario definitivo de la vista, en el que aparece la citación como testigo, solicitada por el fiscal, de Jamal Zugam, uno de los presuntos autores del 11-M, que declarará el 1 de junio.