La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue ayer reprobada por su gestión en seguridad y civismo, en una comisión extraordinaria de Presidencia a la que no asistió y que la oposición forzó después de que hace una semana un grupo de manteros agrediera a un turista estadounidense. El debate no se centró en el suceso, sino en la situación de Barcelona, esencialmente en relación con la gestión del turismo, de la venta ambulante ilegal y la crisis de los narcopisos.

Los grupos de la oposición consideran que en la ciudad cunde el desgobierno y la inseguridad. Todos menos Barcelona en Comú y la CUP, que ni siquiera asistió, votaron a favor de reprobar a la alcaldesa como responsable de Seguridad. Es la tercera reprobación que sufre Colau a manos de la oposición en menos de cuatro meses: en abril fue por su gestión de la crisis de los narcopisos y en julio, por los recortes en inversiones previstas en lo que queda de mandato.