Cuando en el 2002 se ejecutaron los traspasos de sanidad y educación a muchas autonomías del régimen común, la Administración central se redujo casi a la mitad. Pasó de 434.538 empleados a 241.803. A partir de ese ejercicio se han ido produciendo otros traspasos de competencias, pero en cambio la cifra de funcionarios estatales se ha mantenido casi sin variación. En julio del 2009 eran 239.865. En ese tiempo, el personal auto-nómico aumentó en 243.578 personas, un 22%, aunque tres cuartas partes de esta plantilla trabaja en la docencia no universitaria y salud.