La ANC se avanzó ayer al cónclave berlinés de JxCat y anunció su postura sobre quién debe ser candidato a la investidura como presidente catalán. Sin un nombre alternativo explicitado por las dos principales fuerzas políticas independentistas, los socios de la plataforma independentista blindaron en una consulta interna a Carles Puigdemont como su irrenunciable postulante con un 81,3% de los votos.

En la votación, que se celebró por vía telemática, participó el 27,4% del censo de la entidad (10.237 socios de los 37.396 con derecho a voto). Y paradójicamente, mientras el 81,3% avaló al expresidente nacionalista, el 57,6% se pronunció al mismo tiempo a favor de facilitar un Govern «alternativo» que pueda sacar adelante la nueva legislatura y formar un nuevo Ejecutivo.

Solo el 35,3% defendió aventurarse hacia unas nuevas elecciones, aun sabiendo que la aspiración de Puigdemont puede tener un corto recorrido por el recurso del Gobierno ante el Tribunal Constitucional de la ley de presidencia aprobada el viernes por los independentistas en el Parlament.

Tras una reunión extraordinaria del secretariado nacional, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, exigió a los partidos que «cumplan el mandato del 21-D» y apeló a las fuerzas independentistas: «Prometieron el Govern legítimo en campaña, ahora deben obedecer al mandato popular», enfatizó. También consideró que la legislatura «tiene que empezar con un acto de soberanía del Parlament que no acepte las imposiciones y amenazas del Estado», y lo tradujo con una investidura del expresidente. Adelantándose a posibles anuncios, Paluzie señaló que investir a otro candidato «no es el camino a seguir por un Govern que debería implementar la república».

Sobre forzar elecciones, la dirigente de la Asamblea subrayó que «la gente no quiere elecciones porque considera que no hacen falta cuando hay una mayoría para investir a Puigdemont».

Paluzie había intensificado su discurso a favor del expresident en los últimos días y otros miembros del secretariado nacional le han tomado el hilo en las redes sociales. Su principal argumento es que la investidura de Puigdemont es para ellos una forma de «validar» el 1-O.

Los socios de la ANC votaron dos opciones que albergaban tres estrategias distintas: mantener su defensa de Puigdemont como único candidato, que deberá ser investido a distancia, o driblar su apoyo a un nuevo postulante cuando JxCat y ERC lo den a conocer. Esta segunda postura se dividió a la vez entre aquellos que avalan un «Govern alternativo» y los que prefieren otras elecciones «hasta que se acepte su resultado».

El pasado 3 de mayo Paluzie se reunió en la capital alemana con el expresidente y, según informó la ANC, acordaron «arreciar el mandato del 1-O» y hacer «efectiva» la república catalana, para «superar la represión y el autoritarismo del Estado», algo que consideraron «irrenunciable».