La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) exigió ayer al Ministerio del Interior que revise y mejore con urgencia los protocolos de seguridad de las casas cuartel de las que dispone el cuerpo. La entidad emitió un comunicado tras el atentado de ETA para reclamar mayor seguridad, pero la cuestión es objeto de debate desde hace tiempo.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado mes de septiembre una inversión de cinco millones de euros destinados a mejorar la seguridad de los cuarteles de Euskadi. Antes, Interior ya puso en marcha un plan para mejorar las sedes del Instituto Armado en el País Vasco y las comunidades limítrofes. Una de las decisiones tomadas fue la de demoler la casa cuartel de Legutiano (Alava) después del atentado que sufrió en mayo del 2008 y que le costó la vida al agente Juan Manuel Piñuel. Las instalaciones estaban ubicadas en la entrada de la localidad y junto a la carretera, lo que facilitó la huida de los terroristas.

En el comunicado, la AUGC, la asociación mayoritaria entre los guardias civiles, expresó su solidaridad con los afectados por el ataque perpetrado en Burgos. La asociación reclamó, además, la revisión de los planes y protocolos de seguridad de las casas cuartel para evitar que sean un blanco fácil para los terroristas.

El texto de la asociación de agentes exige a las administraciones que dispensen "atención digna" a las víctimas del último atentado de la banda terrorista: "Precisan apoyo moral, material y psicológico urgente".