Esperanza Aguirre quiere cerrar ya la comisión de investigación sobre el espionaje. Concretamente, mañana, después de que haya comparecido su consejero de Interior, Francisco Granados. Los populares consideran que las informaciones publicadas por El Mundo sobre los errores o "falsedades" de algunos partes de seguimiento al exconsejero Alfredo Prada --ahora miembro del equipo de Mariano Rajoy-- dejan sin sentido esta comisión. Y el PSOE e IU creen que Aguirre tenía pensado desde la pasada semana dar carpetazo a la investigación, esto es, antes de que se pusiera en duda la exactitud de los informes supuestamente elaborados por la red de espías.

El primero en comparecer ayer fue el exdirector general de Seguridad de la Comunidad, Sergio Gamón. Se burló de los partes de seguimiento publicados por El País, que calificó de "panfletos", y negó cualquier vinculación con el espionaje. A Gamón se le preguntó además por su polémica visita al Campus de la Justicia --justo después de que Aguirre hubiera cesado a Prada en julio del 2008--, acto que le costó el puesto, ya que se denunció el robo de un ordenador. En primer lugar, dijo que su entonces número dos, Miguel Castaño, había dado datos erróneos a la comisión el viernes, al incluir en aquella visita a funcionarios que, según Gamón, no se desplazaron al Campus. PSOE e IU avisaron de que denunciarán a la fiscalía las contradicciones.

Señaló que su cese no fue un castigo, sino que él mismo llevaba solicitándolo desde hacía meses por problemas personales. La portavoz socialista, Maru Menéndez, dijo que no quería entrar en ese tema, pero avisó a Gamón de que había "un rumor" sobre un dosier que afectaba a su vida privada. El capítulo rosa de la comisión no fue a más.

BARON Y HALFFTER Enrique Barón, sustituto de Gamón en el cargo, llamó "miserables" a los que le apuntan como filtrador de estas noticias; se burló de los partes de seguimiento propios de "Mortadelo y Filemón" y advirtió de que se puede poner en peligro la seguridad de políticos. El último en comparecer fue el viceconsejero de Interior, Alejandro Halffter, que recalcó que la investigación "ha perdido su objetivo, al demostrarse que los seguimientos son falsos". Por ahora, preparan el terreno para intentar cerrar la comisión.