La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, rectificó ayer su acusación al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que había responsabilizado de las presuntas escuchas practicadas a dirigentes del PP. En primera instancia las sacó a relucir la secretaria general, María Dolores de Cospedal. El partido, con su líder, Mariano Rajoy, a la cabeza, la secundó. Aguirre precisó ayer en declaraciones a Onda Madrid que considera que ha habido escuchas, pero negó haber hablado de que fueran ilegales y aseguró que cuándo se preguntó de dónde venían no estaba aludiendo al ministro del Interior.

El ministro agradeció la rectificación y subrayó que en España solo se escucha a presuntos delincuentes y por orden de un juez.