La facción más conservadora del episcopado español, liderada por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, aprovechó para llamar a la feligresía a defender la unidad de la patria. Cañizares pidió en una homilía una reafirmación de la cohesión de España en unos momentos en que, según él, está amenazada por el secesionismo. El prelado fue secundado por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, que alertó del "gran sufrimiento" que causaría la ruptura de la unidad nacional.