El alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna, puso ayer voz al primer desmarque interno de la consulta anunciada por Juan José Ibarretxe. Aunque el actual portavoz del partido, Iñigo Urkullu, defendió que la ponencia política ampara los pasos anunciados por el lendakari para garantizar que los vascos decidan, un dirigente con gancho popular como el alcalde de la capital vizcaína vaticinó que la consulta no se realizará y que dará "problemas".

Las palabras de Azkuna, que auguró que el proceso provocará "frustración" en el PNV a cuenta de la imposible realización de la consulta, suponen un jarro de agua fría para el lendakari al día siguiente de que Josu Jon Imaz ni siquiera aludiese a la polémica iniciativa en el que fue su discurso de despedida a la militancia. De hecho, Urkullu, que será probablemente quien sustituya a Imaz al frente del PNV, se vio forzado a defender la propuesta de Ibarretxe y negar la evidente división entre el lendakari y el todavía presidente del partido.

CONFRONTACION El pesimismo confesado por Azkuna contrastó con el optimismo del consejero vasco de Justicia, Joseba Azkarraga, que es el hombre fuerte de Eusko Alkartasuna (EA) en el Ejecutivo vasco.

Azkarraga enfatizó que el Gobierno de Ibarretxe tiene "la mano tendida" a favor del pacto y del acuerdo con el Gobierno español y anunció que se empeñarán en trabajar para que el acuerdo se logre. Advirtió, no obstante, que si esa voluntad se rechaza, solo quedará "la confrontación" con un instrumento democrático como la consulta anunciada para el 2008.

El PP vasco anunció ya iniciativas para que las instituciones vascas se pronuncien contra la consulta, y por parte del PSE, Patxi López acusó a Ibarretxe de pretender anteponer sus "obsesiones personales" a los intereses del pueblo vasco. Además, el colectivo ultraderechista Manos Limpias presentó una denuncia contra el lendakari en el Tribunal Superior vasco porque, sostiene, al promover una consulta "inconstitucional" Ibarretxe asume los "objetivos de ETA".