El alcalde de la localidad coruñesa de Toques, el popular Jesús Ares, condenado por abusar sexualmente de una menor, anunció ayer que continuará en el cargo en contra de las instrucciones de su partido, que le instan a dimitir. En un tenso pleno extraordinario, en el que resultaron agredidos varios periodistas, Ares, de 71 años, descartó dejar la alcaldía y se proclamó inocente de los cargos por los que fue condenado.

"El alcalde sigue". Con esta frase contundente, un Jesús Ares nervioso zanjó el debate en torno a su dimisión y subrayó que la sentencia que le acusa de abusar de una menor "es de escasa trascendencia", por lo que no alberga "ninguna duda" de que la Audiencia Provincial de A Coruña acabará absolviéndole. "Tanto los denunciantes --precisó-- como la propia chica han sido cazados en numerosas y graves contradicciones" que demuestran, según el alcalde, "un ánimo claro" de perjudicarle.

Ares justificó su permanencia en el cargo en que su honor "está por encima de cualquier estrategia política" y dijo hacerlo "sin ánimo de perjudicar a nadie, como he demostrado pidiendo la suspensión cautelar de militancia en el PP". "El alcalde de Toques va a entregar su sangre por este pueblo", remachó.

"CAMARAS FUERA" Sangre fue lo único que faltó en el tenso pleno municipal. Ares entró en el ayuntamiento visiblemente alterado e instó al medio centenar de vecinos que se habían acercado al consistorio a que expulsaran a los cámaras que filmaban el acto. Con golpes repetidos sobre la mesa presidencial, Ares gritó: "Cámaras fuera", y sus partidarios echaron a los reporteros gráficos a empujones entre abucheos e insultos. Veintidós periodistas denunciaron las agresiones en el cuartel de la Guardia Civil, si bien ninguno de ellos sufrió heridas.

La actitud hostil sorprendió incluso a la oposición. La portavoz del PSG, Cruz Bande, tildó de "fascista, dictatorial y prepotente" la actuación del alcalde. "Si esto es así ahora, imaginad cómo pueden ser las elecciones: intimidación y miedo", dijo el portavoz de Independientes por Toques, Manuel Ferreiro.

Poco después, el regidor de Toques pidió disculpas a los medios a través de un comunicado, y aseguró que el grupo municipal permanece unido y sin fisuras en torno a su alcalde, por lo que descartó que pueda producirse una moción de censura.

Esta declaración choca con los planes de la cúpula. El secretario general de los populares gallegos, Jesús Palmou, amenazó con expulsar del partido a los ediles de esta localidad si no cumplen con las directrices. Palmou no descarta una moción de censura.

Mariano Rajoy no mencionó la posibilidad de expulsar a Ares a través de una moción, pero sí se mostró contundente: "Los abusos sexuales son una práctica deleznable". El candidato popular ha exigido a los ediles del PP que pidan la dimisión del alcalde; "de no hacerlo --precisó--, serán expulsados del partido".

SEGUNDO CASO DE DESACATO Hace una semana, otro alcalde histórico del PP, Ramón Rodríguez Ares, desoyó las advertencias de la dirección popular y llevó a cabo una moción de censura en la localidad coruñesa de Sada apoyándose en el tránsfuga José Luis Santamaría.