Los planes de Nicolas Sarkozy, para que la UE acuda con una sola voz a la cumbre de Washington se encontraron ayer con la oposición de Suecia y Alemania. Los dos países presentaron distintas objeciones a los proyectos del líder francés. El Gobierno sueco estima que la propuesta francesa para salir de la crisis supone una excesiva regulación del mercado financiero. Y Alemania sospecha que Francia quiere aprovechar para ganar poder y minar la independencia del banco central.

Para el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, el plan francés supone "sobrerregular y se basa en supuestos erróneos" sobre la crisis. "Es fácil querer demostrar liderazgo. Necesitamos pocas, pero buenas normas en el sistema financiero, no muchas y confusas", afirmó. Alemania se opone a la idea francesa de crear un "gobierno económico" de Europa. Frente a esta postura, la cancillera Angela Merkel apuesta por que las iniciativas se sigan adoptando de forma coordinada.