Bush implora solidaridad internacional y dinero para afrontar la posguerra iraquí, pero Aznar, alumno aventajado, ya está manos a la obra. Tras renunciar a la ayuda de EEUU para sufragar el despliegue español en Irak, se ha ofrecido a cofinanciar la aportación militar centroamericana mediante la condonación de la deuda externa. Históricamente cicatero con países tan castigados como Honduras, Nicaragua o El Salvador, es una lástima que el Gobierno condicione su primer arrebato de ´altruismo´ al envío de soldados centroamericanos al polvorín iraquí.