El exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos ha asegurado que cuando José María Aznar era presidente del Partido Popular "siempre facilitó el debate" dentro del partido y que "jamás toleró" desconsideraciones con los militantes, en alusión a los insultos que dice haber sufrido por haber mostrado su disposición a ser candidato a la presidencia del Principado de Asturias.

Al ser preguntado por si hubiera dimitido en caso de que Aznar siguiera siendo líder del PP, en lugar de contestar, Álvarez-Cascos ha dicho: "Aznar siempre facilitó al máximo el debate en el seno del partido y jamás toleró una desconsideración con nadie y menos con un militante".

Sin contacto con Aznar

Durante un encuentro digital en la web de El Mundo, Álvarez-Cascos ha asegurado no haber hablado con Aznar "ni antes ni después" de tomar la decisión de dejar el partido. Y ha añadido que el alcalde de Madrd, Alberto Ruiz-Gallardón, al que ha calificado como "una de las personas más valiosas" del PP, tampoco hubiera tolerado "jamás" lo que al final "ha sucedido por inacción" si fuese el presidente del Comité de Derechos y Garantías del partido.

El exvicepresidente del Gobierno ha vuelto a criticar la decisión adoptada por el Comité Electoral del PP al no designarle candidato en Asturias y sí "premiar a los agresores". "En la historia que recuerdo del partido no hay ningún precedente que se pueda asemejar a lo que ha ocurrido en estos meses", ha afirmado.

Una decisión madurada

Según ha explicado, la decisión de abandonar el PP la tomó el pasado otoño, cuando vio que "la campaña" de insultos continuaba "sin un solo gesto de la dirección nacional para detenerla", a pesar de que se había reunido con el presidente popular, Mariano Rajoy, en septiembre.

"Lo único que faltaba era la fecha. Y al final la fecha la fijó quien con su nombramiento legitimó y respaldó a los autores de esta campaña de agresiones. Al día siguiente entregué mi carta de dimisión personal", ha señalado.

Para el exministro, "el insulto, la descalificación, el menosprecio como conducta impune dentro de un partido o dentro de cualquier organización no es un error, es algo incalificable que no tiene por qué ser aceptado en nombre del civismo y de la convivencia".

Momentos amargos

Aún así, ha destacado que, aunque los momentos más amargos de su vida política los pasó entre los meses de julio y septiembre, después de anunciar al PP su disposición a ser candidato. Asegura que ahora ya lo ha "superado" y que se encuentra "muy relajado, en paz" con su "conciencia".

Sobre su futuro político ahora que ha dejado el PP, Álvarez-Cascos ha hecho hincapié varias veces en que no tiene "ninguna previsión". Por eso, ha dicho que está "a verlas venir" y que no está "esperando" a que nadie le "venga a buscar".

El exministro no ha llegado a hacer en ningún momento un esbozo de lo que sería su programa en caso de presentarse a las elecciones autonómicas con otra formación política, sino que ha remarcado que "los pasos o decisiones serán los que el tiempo y los propios acontecimientos sugieran".