La secretaria general de Amnistía Internacional (AI), la bengalí Irene Khan, denunció ayer casos de torturas en España, así como la masificación de las prisiones y la escasa atención que la administración depara a la violencia doméstica.

La representante de AI subrayó que, aunque la tortura "no es sistemática", sí que ha habido "un número de casos lo suficientemente serios como para que el Gobierno los tome en consideración".

Khan se refirió en concreto al caso del ciudadano marroquí Driss Zraidi, que denunció haber recibido malos tratos en la comisaría de Roses (Girona) en agosto de 1998. Aunque la justicia consideró probada la agresión, absolvió, el 20 de mayo, a 12 mossos d´Esquadra por falta de pruebas. La secretaria de AI recordó que la entidad hizo en el 2002 un informe sobre las torturas en España, que remitió al Gobierno. Dijo no haber recibido respuesta.