Andalucía ya tiene su propio tijeretazo. El Gobierno autonómico gravará entre uno y tres puntos más los ingresos superiores a los 80.000 euros e impondrá el céntimo sanitario para los combustibles. También pagarán más los bancos con sucursales en la región que acumulen desde 150 millones de euros en depósitos, para impulsar que el dinero llegue a las empresas y las familias.

Según el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, el ajuste permitirá ahorrar 1.583 millones de euros. El plan obligará a reprogramar las inversiones hasta reducirlas en un montante de 846 millones; disminuir de 255 a 110 la cifra de empresas públicas, sin recortes laborales, y subir el tramo autonómico del IRPF.

Así, entre los 80.000 y 100.000 euros de renta base tributarán un punto más que ahora, hasta el 22,5%; hasta 120.000 euros, un 23,5% (dos puntos más), y por encima de esa cifra se tributará un 24,5% (tres puntos más). La medida afectará a 21.000 contribuyentes y permitirá recaudar 30 millones de euros.

También se implantará un impuesto de 10 céntimos a las bolsas de plástico de un solo uso, además del céntimo sanitario, una medida que la Unión Europea (UE) considera que es ilegal, aunque al no existir una sentencia firme contra ella todavía se sigue recaudando en otras autonomías.

El Ejecutivo persigue que el sector financiero "contribuya al esfuerzo", y para ello se gravarán entre el 0,3% y el 0,5% los estocs de depósitos.

En cambio, el Gobierno andaluz contempla deducciones para las obras sociales de las cajas, así como préstamos y créditos destinados a proyectos públicos y privados enmarcados en sectores sostenibles.

CAMBIOS DE VOTO Mientras, el Parlamento catalán aprobó ayer el decreto de medidas de austeridad entre reproches por la supuesta falta de coherencia de algunos grupos. Así, CiU se abstuvo en Madrid pero ayer votó en contra, y ERC e ICV-EUiA apoyaron el decreto catalán y rechazaron el del Gobierno central.