El proyecto de Zapatero es el proyecto de ETA". No fue un exabrupto de Angel Acebes, sino una sentencia meditada. ETA y Batasuna son la misma cosa. Por lo tanto, el número dos del PP sostuvo que, si el presidente del Gobierno autoriza contactos con Batasuna, es que está accediendo a las peticiones de ETA de discutir fuera de las instituciones democráticas el futuro de Euskadi y Navarra. Es lo mismo que decir que la banda y el Gobierno comparten la estrategia. Mariano Rajoy también abonó esa tesis aunque evitó pronunciar una frase de tanto alcance como la de su número dos. Pero el líder del PP aseguró que el Gobierno "está totalmente en manos de la organización terrorista porque ha aceptado su chantaje y su presión".

El calibre de la acusación de Acebes evidencia que la brecha entre el PP y el PSOE es ya difícilmente salvable. Y se pondrá de manifiesto esta tarde en el Congreso en la propuesta de resolución que se prevé que Mariano Rajoy defienda en solitario vetando la negociación con ETA. Pero los populares quieren que su postura contraria al diálogo del Gobierno con ETA y Batasuna se vea más clara. Para ello movilizará a sus votantes y simpatizantes para que asistan a la concentración de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) el sábado. Será la iniciativa más evidente, pero Acebes ya advirtió de que el PP tiene previsto hacer todo lo que esté a su alcance "para frenar esta monstruosidad".

"MOMENTO CRITICO" Rajoy y su cúpula estarán en la concentración de la madrileña plaza de Colón para demostrar que el PP apoya la protesta. Acebes pidió ayer a los "votantes, simpatizantes y militantes" del PP que la secunden "porque estamos en un momento crítico". Y, con la misma convicción con que en su día atribuyó a ETA la masacre del 11-M, el número dos del PP arremetió contra el presidente acusándole de asumir el "proyecto" de los terroristas. Acebes considera que el "pago de un precio político a la banda solo se puede parar con la movilización democrática de todos los ciudadanos".

APOYO A LA MANIFESTACION El secretario general dijo que esto se veía venir: "¡Cuánta razón tenían las víctimas al protestar porque se fraguaba una negociación y exigir que no se hiciera en su nombre!". Y pidió a los españoles, "voten lo que voten", que acudan "porque es imprescindible estar con las víctimas". El PP dice confiar en que los votantes de otros partidos comprendan lo grave de la situación y les apoyen. De hecho, Acebes se preguntó "qué pasa en este país para que las víctimas y los demócratas decentes piensen en pasar a la resistencia mientras los terroristas están eufóricos".

La hipótesis de que Batasuna condene la violencia tras reunirse con los dirigentes socialistas vascos es algo en lo que Acebes se negó a entrar. Insistió en que Batasuna "siempre hará lo que la dirección de ETA le pida porque es su servidor y su encargado", y consideró que diferenciarlas "es lo que hace el Gobierno". Rajoy, en cambio, no fue tan tajante. Aunque se mostró muy pesimista, concedió que una renuncia radical de la violencia por parte de la formación aberzale y un desmarque de los terroristas daría lugar "a una situación distinta".

RUPTURA CON EL EJECUTIVO Acebes dio por hecha la ruptura entre su partido y el Gobierno socialista y subrayó que Zapatero no puede contar con el apoyo y la colaboración de los conservadores "en un camino hacia las propuestas de la banda". "No queremos ni la más mínima vinculación porque nos convertiría en cómplices", dijo.

Ante esta virulenta huida hacia adelante del PP, el propósito de Zapatero no es tanto atraer de nuevo a Rajoy al consenso, como desmontar las coartadas que pretexta para justificar la ruptura. "La actitud del PP no daña al Gobierno, sino a la paz", repiten en la Moncloa. Porque, aunque nadie se atreva a confesarlo en público, lo cierto es que el desmarque de los populares debilita la posición del Gobierno ante una ETA que, envalentonada, puede elevar sus exigencias. "La división entre los demócratas siempre da a alas a los terroristas", reseñan las fuentes gubernamentales consultadas.

Precisamente por eso, para evitar que hoy el Congreso proyecte la temida fotografía del disenso, el PSOE y el resto de los grupos parlamentarios acordaron no presentar una enmienda conjunta que pudiera contraponerse a la resolución del PP, contraria a cualquier contacto con ETA o Batasuna hasta que la banda terrorista haya abandonado las armas. Solo el PNV, por libre, decidió ayer tarde presentar su propia propuesta.

A Rajoy, que defenderá el texto del PP, el PSOE le dará la callada por respuesta. Ni Zapatero ni el portavoz parlamentario socialista, Diego López Garrido, le darán la réplica, que irá a cargo del ignoto número dos del grupo, Julio Villarrubia.