El presidente balear, Francesc Antich (PSOE), descartó ayer convocar elecciones por la "situación singular" que se vive en el Parlamento balear ante la pérdida de grupo parlamentario de Unió Mallorquina (UM), su socio de Gobierno, y mostró su intención de pactar con "otros grupos", en referencia al PP.

Tras la suspensión de militancia de UM al que fuera su portavoz parlamentario, Bartomeu Vicens, a raíz de la imputación en el caso Son Oms, el partido ha perdido su grupo parlamentario y se ha integrado en el mixto. Aunque la estabilidad del Ejecutivo no se verá afectada porque en principio los tres diputados de UM (los dos que quedan y el expulsado) continuarán apoyando a Antich, el PP aprovechó la ocasión para dejarse querer. Su portavoz, Catalina Soler, dijo que el PP hará "una oposición constructiva y de apoyo al Govern".