El Tribunal Supremo (TS) anuló ayer la condena de dos años de cárcel impuesta por la Audiencia Nacional a Arnaldo Otegi por enaltecimiento del terrorismo por las "malas formas" que usó la presidenta del tribunal, Angela Murillo.

Otegi fue juzgado por participar en un acto de homenaje al preso José María Sagarduy celebrado en julio del 2005. En la vista, Murillo hizo uso de su derecho a interpelar al acusado e inició un diálogo con Otegi. La jueza le preguntó si condenaba a ETA, pero este se negó a contestar. Murillo replicó: "Ya sabía yo que no iba a contestar". Y Otegi apostilló: "Y yo que iba a hacer esa pregunta". El TS interpreta este diálogo como una muestra de parcialidad de la jueza y la acusa de imponer sus "prejuicios".