El Congreso reafirmó ayer la plena vigencia del acuerdo por la paz y la tolerancia (Pacto por Navarra) que firmaron todos los partidos navarros contra ETA en 1988. Lo hizo a propuesta del PP para que se dejara sentado, de nuevo, que se rechaza toda posibilidad de que ETA o cualquier organización respaldada por ella sea reconocida en negociaciones políticas que condicionen el futuro democrático en general y de Navarra en particular. Una enmienda del PSOE hizo que el PP aceptase un artículo en el que se establece que "en una solución dialogada para la conclusión definitiva de la violencia, apoyamos la aplicación de medidas de reinserción para quienes abandonen el uso de la misma".