Los recelos y los prejuicios machistas existen. "Se notan, sí, principalmente en algunos que tienen la oportunidad de expresar su opinión en público", precisaba ayer la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, en el patio del Congreso en el acto solemne de apertura de la novena legislatura. Los comentarios críticos hacia las ministras se siguen produciendo. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no deja de comentar a quien se lo pregunta que los reproches a sus ministras obedecen a "recelos machistas", que se mantienen en la sociedad española. Al margen de si esos comentarios entran en la idoneidad o no de los nombres para dirigir determinados ministerios, Zapatero insiste en que encierran un machismo a veces inconsciente, pero que forma parte de la sociología española y que se debe superar "haciendo pedagogía".

El presidente del Ejecutivo está dispuesto a dar un salto que en otros países del entorno europeo, como Italia, se considera una auténtica revolución. Así se explica la reacción de Silvio Berlusconi al achacar a Zapatero un Ejecutivo "demasiado rosa".

Chacón, el ejemplo

La convicción de Zapatero es que el conjunto de la sociedad española entiende a la perfección el cambio que ha supuesto la masiva presencia de mujeres en el poder. La imagen de Carme Chacón al frente de la cúpula militar como ministra de Defensa es el icono que buscaba Zapatero para ofrecer la imagen de una España que ha cambiado de arriba a abajo en solo 30 años.

Pero las críticas han arreciado. Se han producido, sin embargo, en entornos mediáticos, y no entre la oposición política, que ha reaccionado con satisfacción. Ese era el sentido de las palabras de Salgado, quien añadía que el machismo no se da "en el conjunto de la ciudadanía". La propia presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, felicitó a Zapatero. "Es el siglo de las mujeres y una de las mejores cosas que ha hecho el presidente ha sido nombrar tantas mujeres", aseguró ayer en el Congreso, donde la cuestión centró todas las conversaciones.

El sexo no importa

Las palabras de Aguirre tienen su importancia, porque la presidenta madrileña se autodefine como liberal, contraria a políticas intervencionistas como la discriminación positiva. En cambio, la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáez de Santamaría, ha insistido estos días en que no hay que valorar a los miembros del Gobierno por su sexo, con el convencimiento de que su generación, entre los 35 y los 40 años, no está tan pendiente de si se nombran más hombres o mujeres porque lo considera algo superado.

Esa actitud elogiosa, o comprensiva, contrasta con las críticas de determinados líderes de opinión, que inciden en un supuesto capricho del presidente. El locutor de la COPE Federico Jiménez Losantos ha entrado de lleno en esos nombramientos. "No sé qué habrá hecho Bibiana. Como no haya ganado algún torneo de peteneras", ha llegado a asegurar en alusión a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, hasta ahora directora de la Agencia de Fomento del Flamenco, en la Junta de Andalucía. Antonio Burgos, desde Abc, resumía las designaciones de ministras, aunque situando su crítica en la ministra de Igualdad. "¿Les parece poco que una flamenquita llegue a ministra del Batallón de Modistillas de ZP?", dijo.

La imagen, en cualquier caso, que marcará el Gobierno de Zapatero, es la de Carme Chacón. Su nombramiento puede evidenciar, también, que la transformación social no ha pasado por delante de los militares. Es cierto que su designación no ha causado una gran exaltación en medios del Ejército, pero tampoco un rechazo público. La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) calificó la designación de "acierto", con la esperanza de que Chacón supiera satisfacer las demandas del Ejército. Solo la Asociación de Militares Españoles, que agrupa básicamente a militares retirados, afirmó que se trataba de un "desprecio" y de una "provocación".

Las críticas a Zapatero por la composición de su Gobierno llegan también por la convicción de que el presidente estaría interesado principalmente en romper esquemas para conseguir una gran atención mediática que le beneficie a él en primer lugar. El presidente, en todo caso, consideró el sábado, cuando hizo público los nombres de su Gabinete, que su intención es "predicar con el ejemplo".