La juez instructora del conocido como caso Atutxa notificó ayer el archivo de la causa en la que se imputó al presidente de la Cámara vasca y a cinco diputados más por un presunto delito de desobediencia al Tribunal Supremo, al negarse a disolver el grupo de Sozialista Abertzaleak, heredero de Batasuna, que dirige Arnaldo Otegi.

"La verdad se impone y la justicia resplandece", resumió Atutxa, satisfecho tras conocerse que la juez Nekane Bolado cerraba el caso. La magistrada ha resuelto que los hechos denunciados "no son constitutivos de infracción penal". La decisión, que puede ser recurrida, afecta a Atutxa, pero también al vicepresidente primero de la Mesa del Parlamento, Gorka Knörr (EA); la secretaria segunda, Conchi Bilbao (IU), y a los parlamentarios de la Junta de Portavoces Joseba Egibar (PNV), Rafael Larreina (EA) y Antton Morcillo (Batasuna).

El caso Atutxa llegó a los tribunales en junio del 2003, después de que la Cámara vasca eludiese cumplir la orden del Supremo que, tras ilegalizar a Batasuna, conminaba a disolver su grupo.

"VENTILAR" La juez apunta en su auto que, con este caso, se ha buscado "ventilar y poner en juego algo más que una mera responsabilidad penal". Y asegura que mantiene un "justo y exquisito equilibrio" para que la Justicia "no sirva como filtro" de otras responsabilidades.

En su resolución, de 45 folios, la juez afirma que ha valorado de modo "objetivo e imparcial" el material probatorio para llegar a la conclusión de que "en el ánimo" de Atutxa, Knörr y Bilbao estuvo "encontrar una vía" para cumplir la orden del Supremo puesto que el Reglamento de la Cámara se lo impedía.

El líder del PP, Mariano Rajoy, instó ayer al fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, a recurrir el archivo de la causa y obligar a que "se cumpla la ley".