En pleno debate en las filas aberzales radicales y entre los presos de ETA sobre un posible fin de la violencia, abierto en los últimos meses, el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, advirtió ayer de que las últimas detenciones de etarras ponen de manifiesto que la banda continúa activa y que "no hay indicios de que ETA quiera dejar la actividad terrorista". Ante ello, Ares pidió la "máxima unidad de todos los partidos democráticos" y apostó por mantener la "máxima alerta" tras considerar que, a pesar de que ETA está un poco más débil, "aún tiene capacidad de hacer daño". Ares exigió una vez más a los "radicales aberzales a los que les gustaría apostar por la política" que se "independicen" de la banda.