El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha destacado en el Congreso de los Diputados que la cumbre de la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP18) de Doha (Qatar), celebrada en diciembre, fijó un programa de trabajo para hacer frente a las pérdidas y daños asociados al cambio climático, una de las principales demandas de los estados-isla. Arias Cañete ha comparecido así a petición propia en la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja para dar cuenta de la cumbre de Doha, a pesar de que a finales de diciembre el secretario de Estado del ramo, Federico Ramos, ya ofreció la versión del Gobierno sobre este asunto en la Comisión de Cambio Climático del Congreso.

Así, el titular de Medio Ambiente ha recordado que el acuerdo giró en torno a dos ejes: un calendario para un nuevo acuerdo internacional jurídicamente vinculante para 2015 y con efectos a partir de 2020, y después la prórroga del segundo compromiso de Kioto, a partir de enero 2013, dado que la primera finalizaba el 31 de diciembre de 2012.

En este segundo periodo del compromiso del Protocolo de Kioto los países se comprometieron a reducir las emisiones un 20 por ciento para 2020, respecto a los niveles base de 1990.

En este sentido, Arias Cañete ha valorado "positivamente" el acuerdo alcanzado en la cumbre de Naciones Unidas, a la vez que ha señalado que la "firme apuesta de la UE en la lucha contra el cambio climático ha posibilitado alcanzar un amplio paquete de decisiones que den continuidad al marco internacional de la lucha contra el cambio climático".

Entre otros avances, el ministro también ha subrayado un conjunto de más de 30 decisiones que culminan el proceso iniciado en 2011 en la cumbre de Durban, al mismo tiempo que ha resaltado que estas "grandes líneas políticas" abren una nueva fase en las negociaciones internacionales de cambio climático.

"España considera vital este giro, donde tendrán que estar no sólo los países desarrollados sino los países hasta ahora sin obligaciones internacionales; en especial las economías emergentes", ha indicado.

De hecho, ha explicado que se garantiza así el acceso a los mecanismos de flexibilidad, a partir del 1 de enero de 2013, a aquellos países que inscriban su objetivo en el protocolo.

"Doha permitirá que todos los países desarrollados que inscriban un objetivo de reducción en el segundo periodo de compromiso tengan acceso total al Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) desde el 1 de enero de 2013 y que los países que no tengan compromisos en el segundo periodo también tengan acceso al uso del MDL, para utilizarlo en sus sistemas de reducción domésticos, aunque sin transferir unidades", ha comentado.

Asimismo, opina que Doha ha resuelto la 'batalla del aire caliente', después de que la UE confirmase que no creará demanda de unidades de cantidad asignada excedentarias del primer periodo de Kioto, en el segundo periodo; y a esta posición se sumaron el resto de los países que se incorporan al segundo periodo de compromiso. "Así, aunque no se cancelan, se limita enormemente su uso", ha indicado.