Tres días han necesitado esta vez los dos principales partidos españoles para convertir un suceso dramático como el secuestro del barco pesquero Alakrana por piratas somalís en el objeto de una áspera disputa política. El encargado de encender la mecha fue el presidente del PP, Mariano Rajoy, que a mediodía de ayer aprovechó su participación en la clausura del Día del Afiliado que celebró su partido en Zaragoza para declarar que el secuestro del atunero vasco es "una catástrofe" que se debe a la "imprevisión" de José Luis Rodríguez Zapatero, del que dijo que ha quedado "en ridículo". El dirigente conservador lanzó su andanada casi en el mismo momento en que el Estado Mayor de la Defensa anunciaba la captura de dos de los piratas que habían participado en el asalto al barco.

La detención se produjo en la noche del sábado, cuando los dos secuestradores abandonaron en un esquife el Alakrana. La pequeña embarcación fue seguida por la fragata Canarias, que lanzó un helicóptero para proceder al abordaje del esquife, maniobra durante la que los militares españoles realizaron varios disparos de intimidación. Los dos piratas detuvieron la barca a unas 135 millas náuticas de la costa somalí, arrojaron las escalas por la borda y se mantuvieron con los brazos en alto. Durante el arresto, uno de los secuestradores resultó herido leve.

LA TRIPULACION, TRANQUILA Mientras tenía lugar la operación, los movimientos del Alakrana, con una decena de secuestradores a bordo, eran vigilados por la fragata francesa Germinal, que forma parte de la operación Atalanta de la UE. La tripulación del pesquero vasco --36 hombres de los que 16 son españoles-- se encuentra "bien y tranquila", dijo el capitán del atunero al embajador español en Kenia, Nicolás Martín Cinto.

Entretanto, la comisión de coordinación del Gobierno para la liberación del Alakrana se reunió por tercer día consecutivo bajo la dirección de la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega para analizar la situación. El Ejecutivo señaló que todas las operaciones llevadas a cabo para la liberación del atunero tienen como premisa esencial preservar la seguridad de la tripulación. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha iniciado conversaciones con las autoridades somalís para intercambiar información y buscar una solución, y prevé intensificar las gestiones estos días hasta lograr la liberación del barco.

En ese contexto de tensa espera y cooperación internacional, las críticas de Rajoy sentaron al Gobierno como un jarro de agua fría. El líder del PP declaró que "cuando, como siempre, no se toman medidas", ocurre "la catástrofe y hacemos el ridículo", y lamentó que "lo que ocurre en España con respecto a la piratería en el océano Indico no ocurre en otros países de la UE porque ellos sí toman medidas".

PROPUESTA RECHAZADA En las últimas semanas se ha abierto un debate sobre la conveniencia de que militares españoles embarquen en los pesqueros que faenan en el Indico, una posibilidad que el Gobierno ha rechazado y que el PP tampoco ha apoyado explícitamente.

El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, acusó al presidente de los populares de intentar sacar "tajada política" de una situación grave como el secuestro del atunero, lo que tachó de "intolerable, incomprensible e irresponsable". "En lugar de arrimar el hombro --señaló--, el PP vuelve a poner palos en las ruedas".